Hablamos con trotamundos en todas nuestras áreas de lujo —comidas, vinos, moda, autos, bienes raíces— para conocer sus trucos de alta gama, sus consejos y sus experiencias estrambóticas. He aquí los Distinguished Travel Hackers.
Salga a correr.
Una manera de hacer conexiones significativas es sumarse a un grupo que corre —la mayoría de los hoteles tiene uno actualmente, y he conocido a algunos tipos increíbles a través de ellos. Los conserjes también pueden ser un buen aliado porque conocen a todos en el hotel. Un conserje llegó a decirme ‘Debería hablar con ese tipo porque los dos me preguntaron dónde podían ir a caminar’.
Intercambie recomendaciones por Instagram.
Quiero, en cambio, una recomendación boca a boca decente, de modo que uso los medios sociales. Facebook o Twitter no me resultan útiles, pero Instagram es excelente para los consejos y para conectarse con otros seres humanos.
Aprenda una expresión para romper el hielo.
Hace unos años que borré “chao” cuando lo adoptaron todos los banqueros de inversión en la ciudad de Nueva York para tratar de acostarse con modelos, pero fuera de eso, trato de memorizar uno o dos saludos básicos en todos los países a los que viajo. Con una búsqueda rápida en Google Translate, puede mantener la frase en su teléfono en todo momento.
Hable con su taxista.
Los taxistas son las personas más interesantes que he conocido. Cuando encuentro uno que realmente me gusta, lo contrato para que sea mi guía durante la semana. Hasta ahora lo hice en ocho ciudades distintas.
Ordene servicio de habitación fuera del menú.
90% de las veces, si ordeno el servicio de habitación es porque llegué muy tarde o me olvidé de comer. Y a cualquier hora después de las 21:00, la comida ya está lista –lleva horas preparada– de modo que siempre pido algo fuera del menú. Los obliga a prestar más atención y tienen que hacerla fresca.
Elija una categoría de souvenir.
Yo compro salsa picante en todos los destinos que la venden y tenemos un gabinete entero de la cocina lleno de salsas picantes extranjeras. Es un hábito barato pero peligroso.
No olvide llevar cinta adhesiva.
Podría decirle que empaque un fabuloso chal de cachemira, pero la cinta adhesiva me resulta útil siempre. La he usado para arreglar un taco en Maldivas, y hasta para sellar la puerta de una cabina con temperaturas bajo cero en Kilimanjaro.
Fuente: https://www.larepublica.net